El 21 de octubre es el Día Mundial del Ahorro de Energía. La electricidad, el gas y los combustibles que utilizamos en la vida cotidiana se originan por procesos que generan la contaminación al medio ambiente y consumo de recursos naturales. Por estos motivos se origina el día mundial del ahorro de energía, para reflexionar sobre nuestros hábitos y lo que podemos hacer para un mejor uso de esta.
El mundo moderno se caracteriza por el gran desarrollo industrial y tecnológico, incluyendo grandes avances en las telecomunicaciones así como en la producción de artefactos y utensilios domésticos de alta tecnología, que se mueven o funcionan gracias a la energía eléctrica que se obtiene tanto de la fuerza hidráulica (hidroeléctrica) como del petróleo (termoeléctrica).
La naturaleza provee las principales fuentes de energía que mueve nuestro mundo, pero en la medida que su explotación cada vez más intensiva implica un agotamiento de ellas, es necesario darles un uso racional y en correspondencia con las necesidades sociales y también ambientales.
Para hacer frente a un posible déficit de la oferta de energía que podría presentarse en los próximos años, el Centro de Conservación de Energía y del Ambiente (CENERGÍA) ha diseñado un proyecto para el uso racional de la energía eléctrica y que consiste en crear conciencia en la población tanto de los beneficios que nos da la energía eléctrica así como de sus límites, que pueden sorprendernos en la medida en que hagamos mal uso de sus propiedades técnicas.
Algunas recomendaciones y consejos para ahorrar energía:
1. Aprovechar al máximo la luz del día.
2. Pintar las paredes interiores con colores claros.
3. Apagar los focos innecesariamente prendidos.
4. Usar focos ahorradores.
5. Mantener la refrigeradora en buen estado (verificar sellos, termostato según estación, no meter alimentos calientes, no abrirla a cada rato)
6. Planchar de día, no planchar ropa húmeda, planchar la mayor cantidad de ropa de una sola vez.