La ministra de la Mujer, Aída García Naranjo, pidió hoy mayor celeridad en los procesos judiciales por violación y acoso sexual contra menores de edad y que se sanciones a los responsables de este delito, sin posibilidad de acceder a beneficios penitenciarios.
“Pido al Poder Judicial que actúe con celeridad, porque justicia que tarda no es justicia. Y a los jueces los exhorto a pensar en las vidas de los niños y niñas o adolescentes que quedan marcadas para siempre con estos abusos a su integridad”, manifestó la funcionaria.
Comentó que es terrible que los violadores y acosadores sean, en muchos casos, los propios papás, padrastros, abuelos o familiares cercanos de los menores.
En ese sentido, deploró casos como el ocurrido recientemente en Chimbote, donde un padre intentó ultrajar a su pequeña hija, o el asesinato de una menor en San Martín de Porres (Lima), a manos de su padrastro, quien previamente también la había violado.
Consideró que en estos casos de flagrante delito no debe haber demora en la acción judicial, pues está totalmente clara la identidad y la acción cometida por el responsable.
Sin embargo, la titular del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes) se mostró en contra de aplicar la pena de muerte y la castración física o química a los violadores, como propuso el monseñor y obispo emérito de Chimbote, Luis Bambarén.
“No estoy de acuerdo con la pena de muerte o la castración. Creo que dentro del estado de derecho existen mecanismos que permiten una sanción penal con el máximo rigor”, expresó.
García Naranjo señaló también que hay que reforzar la labor de prevención para reducir la incidencia de violaciones y acosos que son expresiones de violencia.
Asimismo, pidió a los medios de comunicación evitar propalar imágenes explícitas de casos de violación de menores, porque ello afecta la sensibilidad pública y expone al menor a sufrir más de lo que ya significa ser víctima de un acto execrable como el abuso o acoso sexual.
La ministra ofreció estos alcances tras encabezar la ceremonia de entrega del Premio por la Paz 2011 impulsado por su sector.
En esta quinta edición fue galardonado el Cuerpo General de Bomberos del Perú, en la categoría Institución de la Sociedad Civil, por la inclusión de mujeres que contribuyen a su loable labor.
Asimismo, recibió el premio el monseñor Daniel Thomas Turle, obispo de Chulucanas (Piura), en la categoría Persona Natural de la Sociedad Civil. Se reconoció su trayectoria de servicio pastoral y social durante más de 30 años en comunidades del norte del país.
Finalmente, se otorgó una distinción póstuma al fallecido sociólogo, investigador y ex miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Carlos Iván Degregori, por sus aportes al país.
Al hacer entrega del premio a los ganadores, la ministra García Naranjo sostuvo que el Perú está construyendo una cultura de paz, de diálogo, de concertación e inclusión social que afirman el objetivo de forjar un país con igualdad de oportunidades para todos.
Recordó que la distinción del Mimdes coincide con la celebración del Día Internacional de la Paz, establecido desde el año 2001 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Las Naciones Unidas establecieron el 21 de setiembre como fecha de esta celebración, haciendo un llamado a todos los países para que realicen actividades educativas y de sensibilización pública sobre la importancia de la paz para el progreso de los pueblos.