La ministra de “Educación, Patricia Salas, explicó que entre las líneas guía del trabajo frente a esta cartera se está perfilando la evaluación docente, a fin de que sea legítima, confiable y coherente con el trabajo de los maestros en las aulas.
“La evaluación totalmente perfecta no existe, pero el riesgo (de una falta de confiabilidad) disminuye si hay varios tipos de instrumentos”, dijo sobre la evaluación que deberá cubrir las formaciones disciplinarias, pedagógicas y actitudinales.
En diálogo con la emisora Radio Programas, Salas indicó que su sector se propone en este sentido la creación de una unidad que evalúe la lógica laboral y la lógica de formación de profesores, pero que también monitoree la evolución de las condiciones laborales y las condiciones de desarrollo de capacidades.
Pero no solo la evaluación de maestros sino también la reducción de la brecha en infraestructura educativa a nivel nacional será menester de la gestión, explicó Salas O’Brien. Para ello, la implementación de un Programa Nacional de Infraestructura Educativa y de un Censo Nacional de Infraestructura escolar, desde este mes, servirán para determinar las necesidades de inversión que “pretenderá atender a todos progresivamente pero con énfasis en cerrar brechas en áreas rurales”.
En tal sentido, estimó que el funcionamiento del Colegio Mayor, que supone una fuerte inversión financiera que fue dispuesta por la gestión anterior, se evaluará para considerar la posibilidad de conducir recursos a la resolución de esta brecha —mencionó el programa Beca 18 como la herramienta para estimular a los escolares con mejores potenciales en el país.
Salas afirmó que no solo viene teniendo una buena relación con el gremio del Sutep sino también con el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, con quien deberá coordinar eventuales aumentos en el presupuesto para Educación en 2012.
Finalmente, sobre el anuncio del aumento de la jornada educativa de seis a ocho horas, indicó que tal posibilidad a mediano y largo plazo considerará la ampliación o el uso alternativo de infraestructura y el aumento de docentes, currículos y materiales para las horas extras. Asimismo, el desarrollo de actividades extracurriculares —deportivas, artísticas, culturales, aprendizaje de inglés y de tecnologías de la información— y programas de prevención del fracaso escolar.