El 40 % de los padres de familia que corrigen a sus hijos empleando el castigo físico lo hace motivado por un impulso descontrolado, pese a que sabe que se trata de un método completamente negativo para sancionar una mala conducta.
Así lo informó hoy Humberto Castillo, director general del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, quien dijo que en esos segundos de descontrol estos padres terminan dándoles una cachetada, un empujón, un pellizcón u otro tipo de agresión a sus hijos.Pero cuando pasa ese momento de descontrol, agregó, inmediatamente se dan cuenta de que han cometido un exceso y luego tratan de reparar el daño, piden disculpas y hasta lloran.
A este grupo de progenitores, Castillo les recomendó analizar bien la situación para que sepan qué hacer cuando los invade la cólera o cuando sientan que «el cuerpo se les va poniendo tenso» frente a una situación difícil con sus hijos.
“Ante estas señales, lo que tienen que hacer los padres es retirarse de la escena, mirar a otro lado, dar una vuelta. Salir un rato, luego regresar y se les va a pasar. Deben darse un tiempo fuera. Cambiar de escena o hablar con otra persona. Esa es la regla”, explicó.
Si esta violencia impulsiva persiste, Castillo aconsejó consultar a un médico especialista, a fin de determinar la existencia de un cuadro depresivo o de ansiedad que estaría poniendo a los padres más irritables.
“Si cualquier cosa les fastidia y se molestan de todo, entonces en ese caso inmediatamente hay que buscar ayuda profesional, porque un tratamiento antidepresivo puede disminuir la irritabilidad y así hacerlos más tolerantes a los errores de los niños, que son inevitables”, manifestó.
Violencia cultural
En otro momento, Castillo estimó que en el Perú hay otro 40 % de padres de familia convencido, por su formación cultural, de que la violencia o castigo físico es un modo de educar o corregir a los niños.
“Ellos actúan de ese modo pensando que lo hacen por el bien y para corregir a sus hijos. Estos son los agresores culturales, por decirlo así”, explicó.
Sostuvo que a este grupo se le puede educar y sensibilizar, con el propósito de hacerle cambiar el método de educación de sus hijos.
El galeno brindó estas declaraciones a propósito del caso de Yohani Valencia Usquiza, la violenta mujer que golpeó salvajemente a sus pequeñas hijas en San Juan de Lurigancho y que ahora está detenida en una comisaría de esa jurisdicción.
Fuente: andina.com.pe