El semanario El Búho de Arequipa y Hildebrandt en sus Trece nos informan que el nuevo presidente del Poder Judicial, Víctor Ticona, habría obtenido hace 10 años un doctorado bamba de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa. ¿Por qué bamba? Por los requisitos, pues el rector de ese entonces habría utilizado una norma de emergencia, establecida para acelerar la concesión de doctorados en medicina, para conceder doctorados en otras carreras. Los doctorados “fast track” pasaban por alto la ley universitaria vigente en ese momento.
El caso trasciende a Ticona, fue un escándalo en Arequipa. Con dicha norma se entregaron cerca de 400 doctorados. Como puede leerse en la nota de El Búho: “No se exigía la aprobación de 4 semestres académicos, ni la obtención previa del grado de magíster, ni el dominio de dos idiomas extranjeros, ni la sustentación de una tesis, como exigía la ley de 1984, vigente entonces”. Con veinte años de experiencia y una monografía uno recibía el título de doctor, doctor fast track pero doctor al fin y al cabo.
¿Qué explosión de genialidad ocurrió en el Misti para lograr tantas tesis de calidad? ¿Quiénes las evaluaron? ¿En qué casos los doctorados fueron concedidos a personas que podían beneficiar a la UNSA en el futuro o que eran docentes cercanos al rector? Según la información con la que cuento, estos títulos no se anularon a pesar de la protesta de diversas instituciones. Otro uso perverso de la “autonomía” universitaria.
No se trata de ser puristas, doctorados de distinto nivel hay en todos lados. Es difícil para muchos hacer un doctorado a tiempo completo y hay programas a tiempo parcial de calidad. Por lo demás, las exigencias varían, incluso entre universidades de prestigio. Pero hay un mínimo de calidad, cierto nivel, que debe cumplirse. Los casos de la UNSA muestran una flexibilización inaceptable de los procedimientos, incluso con indicios de ilegalidad. Por supuesto, hay quienes pueden haber presentado trabajos de calidad. Solo nos enteraremos al revisar las tesis qué se está considerando de nivel doctoral en el país.
El caso es muy relevante hoy. Ya es común que nuestras universidades entreguen doctorados en versión acelerada. Pero con las exigencias de la nueva ley universitaria probablemente veamos más doctorados similares a los arequipeños, adecuados para cumplir formalmente con la ley, pero que en realidad son arreglos internos para regalar los títulos.
Y no solo se trata de trampas a nivel local. El título en el extranjero también puede ser una gran farsa. Cuando uno averigua sobre algunos PhD encuentra que la universidad extranjera que les otorga el título es de ínfima calidad. Existen una serie de doctorados a distancia que permiten conseguir un título sin esfuerzo. Y claro, las tesis no están disponibles, con lo cual ni siquiera queda la fiscalización del ridículo público. ¿Es mi impresión o los informes sobre la calidad de universidades privadas y las actividades de sus autoridades para estar cerca del poder han desaparecido de la mayoría de medios de comunicación tras las campañas de publicidad millonarias de ciertas universidades?
La actual ley tiene la virtud de exigir mejor nivel a los docentes universitarios, pero solo será efectiva si el Sunedu tiene la fuerza para lograr que estos requisitos se cumplan. Si no, veremos un episodio más de adaptación tramposa a la norma, con cientos de doctores bamba apareciendo como champiñones en los próximos años. ¿Algún político dispuesto a comprarse el pleito?
Fuente: La República.pe