A pesar de existir un Diseño Curricular Nacional (DCN) aprobado, desde agosto del 2011 comenzó su desactivación. Se inició la formulación del denominado Marco Curricular, que después de tres años y medio aún no está listo, pues presenta serias debilidades conceptuales y prácticas.
Igualmente, el Ministerio de Educación comenzó la publicación y aplicación de una serie de documentos curriculares que se han venido implementando: marco curricular y aprendizajes fundamentales, rutas de aprendizaje, mapas de progreso, así como unidades y sesiones de aprendizaje. Todo ello, en un ambiente de confusión y desconcierto pedagógico de los directores y docentes de los colegios. Y, algo grave, poniendo de lado el currículo oficial, así como los proyectos curriculares regionales y de las instituciones educativas que tanto trabajo han costado llevar adelante -en la última década- en el marco de la diversificación educativa.
El Ministerio de Educación debe aprobar y dar a conocer, en los próximos días, la directiva con las normas y orientaciones para el desarrollo del año escolar 2015 en centros escolares públicos y privados. En este documento se deben establecer medidas institucionales, administrativas y pedagógicas, entre otras, sobre desarrollo curricular.
Por eso es que reviste especial importancia que en dicha directiva se den disposiciones que terminen con la obligatoriedad de utilizar dichos documentos que no tienen su correlato con ningún currículo aprobado. En todo caso se puede establecer su utilización -opcional- por parte, de los docentes, en todo aquello que consideren conveniente para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, en el marco del DCN legalmente constituido. Hay que terminar con la informalidad pedagógica.
Mientras tanto debe transitarse, con un consistente liderazgo educativo y técnico, hacia un nuevo currículo de calidad e inclusivo, que sea fruto de la concertación social, técnica y política, en la perspectiva de una política curricular que tenga vigencia más allá del 2016.
Idel Vexler, Opinion Asociados, Opinión de Asociados
Fuente: Diario Correo
En la propuesta de norma técnica para el 2015 señalan que el nuevo marco curricular nacional se aplicará en instituciones educativas focalizadas y todas las demás deben continuar con el DCN de EBR, pero con el apoyo de las rutas de aprendizaje. Es decir, continua la informalidad. Y no promueven mucho los mapas de progreso que elaboró el Sineace, cuando éstos deben ser prioridad pues son los estándares que deben superar nuestros estudiantes.
En Educación Básica Alternativa está peor. hace 2 años que han abandonado el DCBN y se han propuesto fusionar las áreas curriculares en «ciencias» y «humanidades». Por qué? porque están haciendo una reimpresión de guías para estudiantes y docentes que se publicaron en el 2009 (es decir un gran negociado) y la pretenden pasar como «innovación», aparte de la responsabilidad que tienen en eliminar el pebana, establecer edades para cada grado en el ciclo avanzado, etc.