En nuestro país hace más de 10 años que se desarrollan medidas de política para aumentar las horas efectivas de estudios de nuestros alumnos. Algunas de ellas: aumentar a cuarenta las semanas de trabajo escolar comenzando las clases en marzo; poner como metas mínimas enseñar 1100 horas en primaria y 1200 en secundaria; prohibir la pérdida de clases para realizar ensayos de desfiles y eventos de docentes, y aumentar horas a la jornada escolar cotidiana.
En los años 2007 y 2008 se incrementó en una hora la jornada diaria en colegios de un solo turno. Este esfuerzo, lamentablemente, no funcionó por la imposibilidad legal de pagar bien a los profesores y por la poca colaboración de varias Direcciones Regionales de Educación y UGEL. En el 2010 y 2011 se realizó muy bien un plan piloto en ocho colegios emblemáticos de Lima desarrollando (durante dos horas más al día, en total diez a la semana) talleres de periodismo, matemáticas, ciencias y tecnología, arte, educación física y deportes, así como inglés. Esta experiencia exitosa no se amplió el 2012 a más colegios, por el contrario, el Minedu la dejó sin efecto.
Por eso, resulta una acertada decisión del ministro Saavedra la de establecer desde el próximo año el desarrollo de diez horas más de estudios en mil colegios de secundaria. Para que sean de calidad es indispensable, entre otros, tener financiamiento suficiente y oportuno para cubrir los costos de buenos docentes, infraestructura y equipamiento pertinente; ejecutar una gestión presupuestal y administrativa a tiempo y eficiente; asegurar el compromiso efectivo de los gobiernos regionales; aprender de las experiencias mencionadas; y, algo muy importante, establecer metas progresivas y viables.
Idel Vexler
Fuente: Diario Correo