El Perú no ha sido ajeno a la costumbre inconveniente de creer que cambiando los diseños curriculares nacionales se mejora, necesariamente, la calidad de los sistemas educativos. Esto se terminó en el periodo del 2004-2008 cuando se realizó un proceso que, teniendo en cuenta lo bueno y malo de las experiencias anteriores, culminó en la formulación del Diseño Curricular Nacional (DCN) que está vigente desde el 2009. Reconociendo que se deben tener planes y estructuras curriculares pertinentes, realmente el problema principal está en la deficiente gestión del currículo en las aulas y escuelas.
Existe una serie de documentos curriculares que han generado confusión en el trabajo pedagógico. Ante esta situación, hace bien el ministro Saavedra al anunciar que se formulará participativamente un nuevo Marco Curricular (MC). Esta tarea debió desarrollarse el 2012, para lo cual el Minedu dispuso de 18 millones de soles.
Es indispensable poner a consulta un documento -completo- del MC; dejar de lado las Rutas de Aprendizaje y más bien formular más adelante un manual para la adecuación del MC de acuerdo a la diversidad; parar la elaboración y aplicación de los mapas de progreso (estándares de aprendizaje), pues estos deben desprenderse del MC y ser utilizados -por el IPEBA- para la acreditación de los centros de educación básica; y dar paso a modificaciones necesarias en un contexto de continuidad. Es recomendable que para su elaboración, el Minedu reconstituya su equipo técnico con el aporte decisivo de profesionales que tenga amplitud de criterio, apertura y experiencia en la docencia escolar.
Fuente: Diario Correo