Una cámara capta la ‘realidad’ dedos, manos u objetos que tiene el alumno y en la pantalla de la laptop aparecen objetos virtuales que el chico debe ‘tomar’ para pintar o hacer cálculos matemáticos. Le llaman ‘realidad aumentada’. Utilizando esta técnica interactiva el profesor Julio Cadillo pudo conseguir mayor atención de sus alumnos.
De paso, ganó el Premio Internacional de Fundación Telefónica 2011 y en España mostró lo que se puede hacer con solo una laptop, una cámara de no más de 60 nuevos soles y mucha creatividad.
“El niño tiene que ser motivado”, dice Cadillo (40),quien no entiende por qué el ejercicio de aprender/educar debe ser aburrido. Es profesor de una escuela primaria en Shancayán, en la ciudad de Huaraz (Áncash),y también ingeniero de sistemas. Hoy exporta sus productos informáticos escolares, que significan un gran reto: cada grupo de niños tiene dinámicas distintas.
Cadillo ve las cosas distintas. “En educación hay una gran oportunidad”. Lo dice con seguridad. “Si compartiéramos más experiencias,podríamos avanzar más. Desde el año pasado he visto un impulso más fuerte en laformación técnica. Ahora necesitamos que las universidades peruanas vayan a los colegios, como en Estados Unidos, donde la mayoría de las investigaciones tecnológicas parten de hacer softwares para los niños”, recuerda durante una entrevista al Diario Oficial El Peruano.
Ha descubierto talentos, como un niño de 12 años en Huaraz con una gran capacidad de lógica, como los mejores programadores. Y él desea que esos talentos escondidos que hay en toda la geografía peruana también tengan una oportunidad y desarrollen.
Videos para pensar
José Leonardo Ortiz es uno de los distritos más movidos de Chiclayo y del norte del Perú. Ahí trabaja la profesora Nelly Villegas, en la institución educativa Cristo Rey. Ella ha participado en los talleres que ofrece la Fundación Telefónica a los docentes y el año pasado trabajaron el programa audiovisual Movie Maker. Para Villegas fue una gran motivación: utilizando esta técnica podría incentivar los valores y mejorar las relaciones entre los alumnos.
Primero hizo una réplica del taller para los maestros de su colegio y empezaron a trabajar los alumnos de 11, 12 años, conceptos como guión, los roles, las escenas, la dramatización. Los chicos trabajaban en equipos. Producían y editaban sus propios videos con los que reflejaban su problemática. El proyecto Narrativa audiovisual con Movie Maker también se basta con poco: una cámara y una laptop.
“Hemos observado en nuestros niños un cambio. Si antes eran más solitarios o aislados, ahora trabajan en equipo y piensan en los demás. Se ha capacitado también a los docentes en el manejo de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación). Realizar fotografías, videos educativos es fácil, solo se necesita del ensayo y error. El reto para los docentes es simplemente de actitud”, dice la docente. Con la misma técnica ya han empezado a trabajar problemas matemáticos y el análisis de cómo las noticias influyen en sus vidas. “Lo hicimos muy bien. Habrá otra oportunidad para ir mejorando esta actividad”, dice.
Números en stop motion
Fotografías que se suman una a una y pueden formar historias y con esas historias aprender más de, por ejemplo, una materia tan difícil como las matemáticas. Es la definición básica del stop motion.
Roxana Carrera es docente de la I.E. número 45 Emilio Romero Padilla. Le preocupaba que los alumnos de secundaria asumieran como complejo y aburrido el aprendizaje de las matemáticas. Ya había recibido talleres en la fundación y le llamó la atención esta técnica audiovidual del stop motion para innovar su trabajo pedagógico.
La profesora Carrera empezó a trabajar con el software libre Tundu, que les permite a los estudiantes crear sus historietas educativas.
Además, se necesitó de varios docentes: el profesor de comunicación enseñó la estructura del cuento y del guión, mientras que el de educación para el trabajo, la grabación y edición de videos con la técnica.
Los alumnos utilizaron la totora, los paisajes puneños a la mano, como el lago Titicaca, y terminología propia. Sobre ello estaba elfin: transmitir la resolución de un problema de matemáticas. Para ello, los chicos debían también saber la teoría y aprender a delegar tareas.
“Se trata de poner un poquito de nuestro esfuerzo. La idea es innovar, cambiar nuestras estrategias, solo así lograremos un aprendizaje significativo”, dice la profesora, que quiere compartir con más colegas puneños sus resultados. “Tenemos que aprovechar que nuestros estudiantes son nativos en la tecnología. Y nosotros como docentes debemos adecuarnos y darles una orientación pedagógica”.
Apuesta por los docentes
Lilian Moore, de la Fundación Telefónica Perú, explica que son experiencias innovadoras “porque han sido probadas, han mejorado las competencias y los alumnos. En el siglo XXI sin tecnologías las experiencias van muy alejadas de la realidad de lo que quieren los alumnos”, recuerda.
La fundación continuará apostando por la formación de maestros. Les motiva que más del 70% de los docentes que asisten a sus cursos terminan. “Es una señal del interés real de los docentes”, dice Moore.
“Creo que la amplia mirada del ministro de Educación en buscar aliados en la empresa privada, que tenemos un aprendizaje importante para que sea reproducible, es positiva. Los peruanos somos regios, lo que tenemos que hacer es sistematizar esas experiencias y transferirlas a otros”.
Fuente; Andina