Infancia frustrada. Los especialistas alertan de que matricularlos antes de tiempo acaba mermando su desarrollo intelectual.
Por estas fechas, mientras algunos colegios privados ya han cerrado sus inscripciones para el próximo curso escolar que empezará en marzo, otros recién abren sus matrículas.
Animados por potenciar las habilidades de sus hijos y para garantizarles un futuro exitoso, muchos padres se apresuran por solicitar un cupo en los colegios para sus hijos de etapa inicial. Algunos obvian que sus pequeños aún no tienen la edad reglamentaria para ir a la escuela.
Para algunos especialistas, como la psicopedagoga Silvia Ochoa, estos apresuramientos pueden ser contraproducentes para la formación intelectual y social de los niños.
“Los papás no lo notan, pero aunque su hijito sepa hacer muchas cosas avanzadas para su edad, eso no significa que esté maduro para empezar su etapa escolar”, explica.
Por su experiencia, Ochoa sabe que “unas diferencias de meses” entre los niños sí pueden marcar la diferencia.
“Por ser el más pequeño del salón, el niño puede sentirse en desnivel con respecto a sus compañeros y sentirse que está en otro proceso de maduración”, señala.
De hecho, según indica el Ministerio de Educación, los ‘pequeños’ del salón pueden ser más proclives a ser víctimas de bullying por su edad.
En el plano intelectual y emocional, una escolarización temprana puede acabar estresando a los pequeños, porque “se les está exigiendo más allá de sus capacidades”.
“Los papás les están pidiendo que se adapten rápidamente a un nuevo entorno cuando sus hijos todavía no tienen los procesos consolidados”, comenta Ochoa.
Este ‘crecer intelectualmente antes de tiempo’ acaba finalmente desmotivando a los niños. “Queman etapas antes de tiempo, se aburren y se frustran muy rápidamente, porque no tuvieron la opción de encontrar el aspecto lúdico en su crecimiento cuando les correspondía”, comenta Ochoa.
En algunos casos, el deseo de garantizarles la mejor educación lleva incluso a mamás embarazadas a visitar el colegio para ya ir tanteando la posibilidad de inscribir a su hijo en el futuro. “Hay padres que no dimensionan las consecuencias emocionales para sus hijos”, dice Ochoa.
En este sentido, Unicef es claro. Desde el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, se asegura que las edades marcadas para las diferentes etapas escolares salvaguardan el desarrollo que cada niño requiere para iniciar su etapa escolar.
Fuente: http://publimetro.pe