La tumba está a 22 metros de altura en la sexta plataforma de la huaca Pucllana, desde donde se puede observar el océano Pacífico.
Dos fardos de un personaje de elite y un niño, presuntamente sacrificado, fueron hallados por un equipo de expertos en una tumba de 1.000 años de antigüedad en la Huaca Pucllana, en Lima, según explicó a Efe la directora del Museo de Sitio, Isabel Flores.
«Estos niños que están acompañando a los adultos son ofrendas que los ponen seguramente vivos, no se sabe, porque van envueltos con toda su vestimenta», declaró Flores sobre la presencia del pequeño en la tumba de un adulto de la cultura preincaica Wari.
Las ofrendas humanas fueron una costumbre de las culturas preincaicas que se extendieron en la costa de Perú en ritos para los dioses del mar, refirió.
La tumba está a 22 metros de altura, en la sexta plataforma de la huaca (sitio arqueológico) Pucllana, un centro ceremonial en forma de pirámide ubicado en el distrito limeño de Miraflores, desde donde se puede observar el océano Pacífico.
El hallazgo fue hecho hace cinco días por un equipo de expertos que trabaja desde hace 32 años en la huaca, construida por la cultura Lima en el siglo cuarto después de Cristo y luego invadida por la cultura Wari, alrededor del siglo octavo, indicó Flores.
La pobladores de la cultura Lima fueron pescadores y agricultores que adoraban al mar, mientras que los Wari fueron guerreros que llegaron de la sierra en busca de mayores recursos para vivir y extender sus dominios, precisó la experta.
Los Wari hicieron agujeros en la estructura original de la huaca para construir en ellos las tumbas y colocar los restos de sus líderes, a manera de representar el dominio que ejercieron sobre sus antecesores, los Lima, según dijo Flores.
¿QUIÉN ES ESTE IMPORTANTE PERSONAJE?
La directora del museo de la Huaca Pucllana informó que «los dos personajes están allí con todas sus ofrendas», entre las que se han encontrado cuyes (conejillos de indias), maíz morado, vasijas en forma de botella, calabazas con diseños de felinos corriendo, tejidos y bolsas con restos vegetales.
Para determinar la importancia del personaje principal, los arqueólogos tendrán que analizar la totalidad del vestuario, las ofrendas y los artículos personales que lo acompañan en su tumba, una labor que se hará a partir de enero próximo, cuando se retiren los fardos de la tumba, adelantó Flores.
Los arqueólogos estudiarán además las enfermedades que sufrió el personaje, sus características físicas y los probables vínculos genéticos con el infante en los laboratorios del museo.
El fardo del adulto está envuelto con una malla de junco, en cuclillas, y da la impresión de ser un personaje sentado con una falsa cabeza que ha desaparecido, agregó la experta.
Debido a que la Huaca Pucllana ha quedado en medio de la ciudad, fue objeto en el pasado de numerosos robos, conocidos como «huaqueo», pero el equipo que dirige Flores ha encontrado al menos diez tumbas similares en sus diferentes plataformas.
«Hemos encontrado a un jefe enterrado con sus ponchos (abrigos de lana) bordados y ofrendas, y también a maestras tejedoras, que llevan consigo sus muestras de lana y de diferentes puntos de tejidos», contó Flores.
En Lima hay numerosos centros arqueológicos, o huacas, levantados entre otras por las culturas Lima (200 a 700 d.C.), Wari (700 a 1.000 d.C.) e Yschma (1.200 a 1.450 d.C), que antecedieron a los Incas, y que las autoridades locales trabajan para preservarlas de los traficantes de tierras y mafias dedicadas al tráfico del patrimonio cultural.
En febrero pasado, un equipo de arqueólogos del Ministerio de Cultura encontró once tumbas de las culturas Lima e Yschma en medio de una villa deportiva en el distrito de San Luis, que habían permanecido intactas hasta la actualidad.
Fuente: EFE