ORACIÓN DEL NIÑO A SU MAESTRO.
Maestro, tu que has de plasmar mi alma y modelar mi corazón, compadécete de mi fragilidad.
No me mires con ceño adusto si no te comprendo, ten paciencia.
No te moleste mi bulliciosa alegría; ¡conpártela!
No atiborres mi débil inteligencia con nociones superfluas.
Enséñame lo útil, lo verdadero, lo bello.
Trátame con dulzura, Maestro, ahora que soy pequeño.
Cuántos dolores me esperan en la vida: en medio de ellos, el recuerdo de tu benevolencia será estímulo bienhechor.
No me riñas injustamente…Ámame, Maestro, que yo también, aunque no sepa demostrártelo, te amaré mucho, mañana más que hoy.
Cúltivame, Maestro, como un jardinero sus flores.
Y yo perfumaré tu existencia con el incienso perenne del recuerdo y la gratitud.
Maestro, buen Maestro, que haz de dar luz a mis ojos, aliento a mi cerebro, bondad a mi corazón, belleza a mi alma, verdad a mis palabras, rectitud a mis actos;
¿Maestro no desoigas mi oración!
Por el padre sacerdote .. .Walter de Jesús Zapata Velásquez.
EL MAESTRO
¡Quitaos el sombrero ciudadanos!
el maestro de la escuela se adelanta,
ese obrero admirable, en cuyas manos
la antorcha de la ciencia se levanta.
Sabio ignorante que hacia el bien convida,
que procura encender en cada frente
una luz, que ilumina de la vida
la senda oscura de áspera pendiente.
No le inquieta el cansancio ni le abruma;
sufrido apóstol de la edad moderna,
no teme que su vida se consuma
en aras de la ciencia que es eterna.
Es humilde con la humildad del sabio;
es altivo con la altivez del Fuerte;
siempre por la verdad está su labio
sin temor por el mundo y por la muerte.
Su oscura posición ¿cuándo le aflige?
su pobreza habitual, ¿cuándo le apena?
firmes sus pasos hacia el bien dirige,
¡que el grande su misión, es santa y buena!
El lucha por la luz … ¡Sublime anhelo!
Camina hacia el oriente a do rutila
El rojo sol que por el ancho cielo
Asoma fulgurante su pupila …
¡El lucha por la luz como un vidente! …
sirve a la Patria, cuando al niño educa;
y ¿qué es la Educación? Potencia ingente
que nunca engaña, que jamás caduca …
¡Respetadle! ¡Es su vida de dolores!
¡Amadle! … que es su vida de enseñanza;
haced que broten en su senda flores,
haced que brille en su alma la esperanza.
¡Salve Maestro!, obrero sin segundo,
constructor del espíritu del hombre
para tu afán la admiración del mundo;
inmenso amor para tu santo nombre …
Autor Gregorio Torres Quintero – Poeta Mejicano.
AL MAESTRO
Mi madre me da la vida,
mi padre me da el sustento,
y el maestro de la escuela,
cultiva mi entendimiento.
A mi maestro querido,
que me da su ciencia,
su cariño y su cuidado,
con infinita paciencia.
Le ofrezco mi gratitud
y mi cariño sin cuento,
por que llena de belleza,
a mi pobre conocimiento.
A LA MAESTRA
Es en la escuela otra madre
que orienta con sus consejos;
es experta sembradora
de nobles conocimientos;
es mano suave que guía
y es luz que alumbra senderos.
Es, en suma, la maestra,
manojo cálido y tierno
de bondadosa paciencia
y de maternal afecto.
Por Publio A. Cordero
MAESTRO
Vocación tempranera y siempre bien sentida,
esta de ser Maestro por amor entregado,
este ir alumbrando caminos por la vida,
ilusionadamente, de niños rodeado.
Poner alma de artista en la noble tarea,
con fuerza misionera y mano delicada;
saber irse quemando en aras de una idea,
saber seguir la estrella del bien entresoñada…
Sembrador sin pereza, poner en la besana
al par del rubio trigo semilla de amapolas;
estrenar alegría y fe cada mañana,
y en el trance difícil quedar con Dios a solas.
Por Juán Berbel
MAESTRO
Eres el que vela por nuestro futuro,
eres el que trata de hacernos brillar,
eres el que nos saca de ese capullo
que muchas veces no queremos abandonar.
Eres tú, maestro, nuestro guía,
eres tú el que nos das aliento para salir mejor,
y aunque no lo aparentamos velamos por ti noche y día
porque es por ti que hacemos un mundo mejor.
No siempre te tratamos como se merece,
nos vemos un poco orgullosos,
pero eso no significa que nuestro amor no crece
al demostrarnos el cariño que sientes por nosotros.
Eres maestro, el que nos regaña en algunas ocasiones,
eres nuestro padre tratando de corregirnos,
pero no importa cuántas veces nos regañes;
nosotros siempre seremos tus hijos.
Eres la persona que le enseña al mundo,
eres generoso al brindarnos de tu sabiduría
y aunque somos nosotros los que recibimos los aplausos,
siempre serás el faro que ilumine nuestra vida.
EL MAESTRO
Apóstol venerable, tu enseñanza
sirve al mundo de antorcha; luz y guía,
es de los pueblos con gran alegría
virtud y saber, mentor y esperanza.
Es la escuela su templo de alabanza
donde se forma el niño día a día,
buscando rumbos, bebiendo ambrosía
en aras del bien, que anhela su crianza.
Loor al que es grande, sabio y humano,
atleta y factor de todo progreso,
que lleva su pecho henchido y lozano.
Exaltamos su obra con amores,
como digno cultor del gran proceso
y guirnaldas dejámosle de flores.
Anónimo
DIA DEL MAESTRO
Maestra idolatrada
cofre de sabiduría
que cosa te daría
si no es mi corazón.
Maestra y madre eres,
surtidor de vida,
fuente de sabiduría
para la niñez oprimida.
Tu sonrisa cariñosa
tu mirada piadosa,
tu voz dulce y melodiosa
regocija el corazón
Renán J. Tutaya