El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) lanzará en los próximos días la segunda convocatoria para 600 puestos de agentes de seguridad en penales, informó hoy el presidente de la institución, José Luis Pérez Guadalupe.
El funcionario explicó que esta convocatoria está dirigida a profesionales peruanos (entre hombres y mujeres), como abogados, psicólogos, trabajadores sociales, médicos, entre otros.
Recordó que 400 postulantes ingresaron en la primera convocatoria de mayo último y están recibiendo instrucción en la Escuela Penitenciaria, a fin de concluir su periodo de aprendizaje en agosto próximo.
“Con esta segunda convocatoria, el personal del Inpe tendrá mil agentes más para este año, alcanzando el límite de contrataciones permitidas por el gobierno peruano en lo que respecta al 2012”, indicó el funcionario.
De ese total, detalló, se escogerá a los mejores estudiantes –que hayan destacado durante el tiempo su preparación- para conformar el Grupo Especial Anticorrupción (GEA). Este grupo será repartido este año a los penales Ancón II y Virgen de Fátima para realizar la tarea de luchar contra la corrupción mediante inspecciones inopinadas y acciones de inteligencia a fin de detectar dichos casos.
Pérez Guadalupe formuló estas declaraciones luego de asistir al penal Miguel Castro Castro, en San Juan de Lurigancho, para participar de la actividad denominada “La esperanza convertida en arte”, desarrollada en el marco del Día del Padre, que se celebrará este domingo 17 de junio.
Los internos del penal exhibieron productos decorativos elaborados a base de cerámica y de soldadura de metal. También, se efectuó una feria gastronómica, en la que se desgustaron platos típicos nacionales y del extranjero. Al respecto, el titular del Inpe comentó que este tipo de expresiones es el resultado del proceso de rehabilitación que llevan los internos al interior de los penales.
Indicó que su institución suscribió un convenio con el Centro de Formación en Turismo (Cenfotur) para que 400 reclusos lleven un curso de panadería y repostería.
Estos internos pertenecen al penal de hombres y mujeres de Qenqoro, en el Cusco; y de Santa Mónica, Miguel Castro Castro y San Jorge en Lima.
“Aprender un oficio dentro de un penal significa una oportunidad para que los reclusos, cuando cumplan su condena, salgan a trabajar en una empresa o creen su propio negocio”, afirmó el funcionario.
Fuente: Andina
Daria mi vida x defender y formar parte a esta institucion INPE.