En la cuadra cinco de la avenida Japón, en el Callao, está ubicado un colegio que pretende revolucionar la educación escolar en el Perú. Escuela de Talentos es el nombre de este centro educativo donde abunda la tecnología y en el que se ha prescindido de libros y cuadernos. Los únicos lapiceros que hay son digitales, para escribir sobre tabletas y pizarras touch.
Esta escuela, puesta en marcha este año por el Gobierno Regional del Callao luego de cumplir con éxito su fase piloto, tiene varios objetivos trazados. Algunos de ellos ya fueron cumplidos: ganó el Concurso Operación Éxito del Ministerio de Educación en las categorías de matemática y oratoria; además, conquistó el premio Creatividad Empresarial 2011. Sin embargo, otro logro importante es haber cambiado las expectativas que sus 200 alumnos tienen respecto al futuro, gran parte de ellos proveniente de zonas de escasos recursos.
“Estos chicos, que en su mayoría (65%) vienen de Ventanilla y Pachacútec, sienten el gran cambio cuando llegan aquí luego de haber pasado por las limitaciones y dificultades de otros colegios”, afirma Luis Escudero Ramírez, gerente de desarrollo educativo del Gobierno Regional del Callao.
Escuela de Talentos tiene solo cuarto y quinto de secundaria (100 estudiantes por grado). Ingresar a este colegio no es sencillo y cualquier chico no puede hacerlo. Antes de pasar el riguroso examen de admisión, tiene que haber formado parte del quinto superior de algún colegio público sólo del Callao. Quienes entran son verdaderamente talentosos. De ahí el origen del nombre de esta institución que imparte educación de manera gratuita.
Alta tecnología
Cuando se ingresa a las aulas es inevitable sorprenderse ante las pizarras táctiles. Esta tecnología touch, que se aplica en las clases de inglés y matemática, le permite al alumno resolver los problemas tocando o moviendo las alternativas que el docente coloque en la pantalla.
Además, el colegio cuenta con una plataforma virtual en la que los profesores cuelgan las tareas que los estudiantes resuelven desde sus laptops en los salones, las mismas que se convierten en tabletas con solo un par de movimientos.
El Facebook y los blogs, tan usados por los adolescentes para divertirse, en la Escuela de Talentos son utilizados para aprender. La popular red social sirve para que estudiantes y profesores se comuniquen y los chicos puedan revisar sus notas y avances en esa plataforma.
Asimismo, llaman poderosamente la atención los talleres de robótica y educación para el trabajo. En el primero, los alumnos desarrollan todo su potencial para ensamblar y programar. En el otro, diseñan páginas web con el estudio de programas que, una vez culminados por los estudiantes, les otorgan certificaciones de Microsoft.
Espacio para el arte y el deporte
Como si fuera poco, el colegio ha implementado talleres de tipo artístico y deportivo, dentro de la gran cantidad de horas de enseñanza (los chicos estudian 2400 horas al año, mientras que en un colegio normal son un promedio de 1200). “También nos hemos enfocado en el desarrollo humano y social de los chicos. Hay talleres de danza, teatro, cine, violín y flauta. Apoyamos el talento en todas las habilidades. Además, los alumnos practican deportes en la Villa Deportiva del Callao”, afirma el gerente de desarrollo educativo del Gobierno Regional.
¿Cómo se financia la escuela?
Muchos podrán preguntarse de dónde sale el dinero para mantener el colegio. La respuesta se encuentra en un fondo educativo que ha permitido la construcción de la infraestructura de la escuela, así como la adquisición de los implementos tecnológicos que convierten a la institución en un ejemplo de enseñanza moderna.
“El Gobierno Regional del Callao es el único que tiene un fondo dedicado a la educación que proviene de la renta de aduanas. El 10% de lo que ingresa por ese concepto es manejado por el Comité de Administración del Fondo Educativo del Callao (CAFED). Esta entidad es la responsable de invertir el dinero en temas educativos”, asegura Escudero.
Sin duda alguna un ejemplo que deberían imitar varios gobiernos regionales en el Perú.