Falta se castigará con S/.720. Control empezará el 15 de diciembre. Especialistas afirman que es poco probable que la medida funcione
Ruidosa, contaminada y sobre todo desordenada. Un verdadero pandemonio de 11 cuadras. Así es la avenida Abancay, quizá el mejor –aunque bochornoso– ejemplo del caos vehicular que impera en Lima: una de las principales vías por donde circulan 48 rutas de transporte público, que representan el 40% de las líneas que existen en la capital.
El flujo en esa arteria es tan elevado (3.200 vehículos y hasta 8.800 personas por hora) que cuando un vehículo se detiene –como es costumbre– a mitad de una cuadra para que los pasajeros suban, los que vienen detrás pugnan con los peatones para encontrar un rincón por donde transitar.
Ante los múltiples problemas que afectan la fluidez de esa vía, la Municipalidad de Lima ha dispuesto reducir el número de paraderos y hacer cumplir su tiempo máximo de uso. Los ómnibus tendrán 15 segundos para recoger pasajeros, dijo María Jara, gerenta de Transporte Urbano de la comuna. La medida se aplicará desde este lunes 12 y recién el 15 empezará su fiscalización.
TRES PARADEROS
Pero el plan de reordenamiento solo comprenderá el tramo entre las avenidas Nicolás de Piérola y Amazonas, zona con mayor congestión porque a un lado está el Centro Histórico y al otro el Mercado Central, adonde acude gran cantidad de público. En ese tramo las unidades ya no podrán hacer cinco sino tres paradas por sentido.
El propósito de esta medida es convertir esa arteria en un corredor vial donde las 43 empresas de transporte público solo se detengan en las estaciones autorizadas. En cada sentido habrá dos paraderos para todas las unidades y una adicional según el grupo asignado a la ruta (A o B). Con ello se espera reducir –por ejemplo– a 13 minutos su recorrido por las noches, sobre todo en el sentido norte-sur, donde existe mayor congestión.
MULTAS DE 720 SOLES
Los conductores que no respeten los paraderos serán sancionados con el 20% de 1 UIT (S/.720). Aún no se fija el número de inspectores que fiscalizarán el cumplimiento de la medida, pero Jara aseguró que no se afectará la cantidad de agentes que operan en la Túpac Amaru.
Justamente para evitar problemas como los registrados en esa zona de Lima, la GTU asegura haber notificado sobre la medida a las empresas afectadas. Ya hubo dos reuniones con los transportistas (16 y 30 de noviembre) y este miércoles habrá otra para que se les entregue los stickers que deberán colocar en sus unidades.
Cabe mencionar que los taxistas no podrán detenerse en el tramo que comprende el plan, solo en calles alternas que el Concejo de Lima disponga. Asimismo, los vehículos particulares solo podrán doblar a la derecha en los jirones Amazonas y Junín.
NO SE ATACA EL PROBLEMA
No hay duda de la importancia de emprender medidas para reordenar el tránsito de la ciudad. ¿Pero disminuir el número de paraderos es la mejor opción?
Para el especialista en transporte Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, es poco probable que esta medida tenga éxito, ya que no se ataca el problema de fondo: la sobreoferta vehicular. “Debido a que las rutas que circulan actualmente por Abancay seguirán haciéndolo, difícilmente se dará fluidez a la vía. Se debería retirar los vehículos de más de 20 años de antigüedad”, refiere.
Similar posición tiene Miguel Sidia, presidente del Instituto de Tránsito y Transporte de Lima (ITTL). “Se necesita disminuir la sobreoferta de transporte motorizado que existe para recién poder ordenar algo, de lo contrario será una medida más sin éxito. Es demasiada la carga como para fiscalizarla al 100%”, indica.
Para Sidia, se eligió la peor época del año para lanzar este plan. “Este mes hay mayor número de personas que llegan a comprar a la zona. Con sus paquetes y con su prisa, no van a aceptar caminar varias cuadras”, dice.
Fuente: El Comercio.pe